Una Corrida de Toros Consta de los siguientes Protagonistas:
El Presidente:
Que es el máximo responsable de la celebración del espectáculo, nombrados por el Delegado de Gobierno y que suele tener un alto cargo de la policía. Dirige y garantiza el normal desarrollo del espectáculo según el “Reglamento Taurino”. Por norma general y a grandes rasgos, es el que da comienzo, suspende, aplaza o cancela el espectáculo.
Con el festejo comenzado también se encarga de dirigir el espectáculo desde el “Palco Presidencial de la Corrida” y lo realizará con la muestra de Pañuelos que indicarán; la devolución de las reses si no fueran aptas para la lidia, un pañuelo de color Verde. Otorgar los trofeos de los toreros, los cambios de tercio y avisos, pañuelo Blanco. Premiar al toro con la vuelta al ruedo si la res ha demostrado una bravura excepcional, pañuelo Azul. O el indulto del Animal si este es merecedor de ello. Por último y como castigo por todo lo contrario a ser un animal bravo sin posibilidad de cambio el pañuelo rojo indica la orden de Banderillas negras.
El presidente del festejo se acompaña para todas sus funciones de asesores, que suelen ser dos, un Veterinario y un asesor técnico en materia artístico-taurina. Al presidente también le asiste un Delegado de Autoridad que es un policía situado en el callejón.
Cuadrillas:
Las Cuadrillas de toreros son los equipos o grupos de personas que participan con el torero en el espectáculo. En la lidia de cada toro participa una sóla cuadrilla que está compuesta por los siguientes integrantes:
Mozo de espadas: es el ayudante del torero fuera de la arena de la plaza en los burladeros. Su función es la de gestionar toda la utillería de la cuadrilla (capotes, muletas, espadas, banderillas picas, etc.). Se trata del hombre de confianza del Espada, y no tiene porque formar parte de la cuadrilla; tiene una función mas cercana al amigo y escudero de confianza.
Personal de la plaza: además del Presidente y sus ayudantes también participan en el festejo diferentes participantes que forman parte de la propia plaza.
Alguaciles: como función principal tienen que trasmitir las órdenes del Presidente, despejar la plaza para el comienzo del espectáculo con el paseíllo además de encabezarlo. Y también se encargan de las llaves de las puertas que dan acceso a la arena del coso y la entrega de premios a los toreros.
Monosabios: son los ayudantes de los picadores, que tienen una gran utilidad cuando derriban al caballo de este, para evitar que alguno de los dos salga herido.
Areneros: Mantienen el albero de la plaza limpia y en condiciones entre cada toro, para el siguiente torero.
Mulilleros: Son los que llevan a las mulas que arrastran al toros una vez finalizada la lidia al matadero o desolladero.
Matarifes: Que dirigen y gestionan el trabajo de los carniceros en el desolladero.
La Corrida:
La corrida de toros comienza con “el paseíllo”, que se inicia cuando el presidente lo anuncia con un pañuelo blanco. En este ritual la colocación es rigurosa y estricta, cruzando la plaza desde la puerta de Cuadrillas hasta el palco de la presidencia. La encabezan los Alguaciles montados a caballo y a los lados de la avanzadilla. A continuación los Matadores colocados en una fila por orden de antigüedad. Detrás de estos van los Subalternos y los Picadores montados a caballo. Y siguiéndoles van los Monosabios, Areneros y cerrando el grupo las mulas de arrastre.
Una vez despejada la plaza se anuncia el Toro con un cartel puesto por el Cartelero de la Plaza, que informa al público del nombre del toro que va a salir, la ganadería, su peso, mes y año de nacimiento.
El presidente anuncia entonces la salida del toro con un pañuelo blanco. Este sale a la arena y el torero observa las características del toro al correr y embestir. Para ello salen él o los subalternos a recibirlo con los capotes. Con esta información el torero sabe cómo afrontar la lidia del astado.
La lidia del toro se divide en Tercios, que son los capítulos que afrontará la cuadrilla del matador. Una vez que el toro ha salido y se le ha recibido con el capote el presidente anuncia el comienzo de la lidia con el primer tercio, el tercio de varas.
Tercio de Varas:
Utilizando una vara de madera con una pica con una pica de punta piramidal y una cruceta que evita que esta entre más de lo necesario. El picador aplica la puya al toro en la cruz superior de este para provocar que la envestida del toro se haga humillando la cabeza durante los siguientes tercios. A demás el sangrado que se produce descongestiona al animal y observando su comportamiento en este tercio se determina la bravura del ejemplar. El torero o uno de los subalternos coloca al toro frente al Caballo del picador desde el interior de las líneas que se marcan en la arena de la plaza y el Picador nunca debe superar la marca más externa. En Madrid, como en otras plazas del primera categoría, el toro debe entrar como mínimo dos veces al caballo del picador, y si el torero lo requiere lo hará una vez más y estas durarán lo que el espada requiera.
Una vez terminado el Tercio de Varas el presidente anuncia el paso al tercio de Banderillas que es el segundo, y lo hará con un pañuelo blanco. Tras esta señal desde el tendido 4 se anuncia de forma sonora con clarines y timbales este cambio.
Tercio de Banderillas:
Con este tercio se determina por cual de los pitones embiste mejor el toro. Son los subalternos los que colocan al toro para que el banderillero coloque un par de banderillas. Suelen ser dos banderilleros y cada uno entra por un lado del toro para esta suerte. El mínimo de banderillas son cuatro y el máximo seis. En algunas ocasiones es el torero el que coloca las banderillas y es en este caso el presidente permite que sean cuatro pares los que se coloquen.
Una vez puestas las banderillas se cambia de tercio con el correspondiente pañuelo blanco del presidente y toque de clarines. Se da paso entonces al último tercio.
Tercio de Muerte:
En este tercio se da la Suerte de Muleta, donde el torero usa la muleta para dar los últimos pases al toro y finalmente dar muerte al animal. Es el tercio protagonista del Matador y donde más se arriesga. La evaluación que hace el presidente y el público sobre los trofeos a recibir se hacen fundamentalmente en este tercio y en el momento de matar al toro se decide si finalmente hay o no recompensa por la faena. El matador tendrá que ejecutar con la espada al animal hasta que este caiga a la arena, tantas veces sea necesaria. Finalmente si el toro dobla las patas pero no ha muerto se utilizará el estoque que es una espada de metal con una cruceta en la punta. Para asegurar la muerte del toro y que este abandona la plaza sin vida ni agonía se usa siempre la puntilla que ejecutará alguno de los miembros de la cuadrilla, generalmente conocido como puntillero. Esta puntilla es un machete de metal que usará en la nuca del animal.